La mañana de este jueves, decenas de familiares de pacientes que requieren hemodiálisis se reunieron frente a la Gobernación de Azuay para protestar y exigir al Gobierno de Ecuador que cancele las deudas pendientes con los prestadores de este vital servicio. La protesta, que tuvo lugar en la esquina de las calles Bolívar y Luis Cordero, incluyó la exhibición de carteles y la quema de neumáticos como muestra de desesperación ante la falta de pagos.
El gobernador de Azuay, Santiago Malo, quien estaba en una reunión con los ministros de Economía, Juan Carlos Vega, y de Transporte, Roberto Luque, descendió desde su oficina para hablar con los manifestantes. Los familiares exigieron una solución inmediata para garantizar la continuidad del tratamiento de sus seres queridos. En un momento conmovedor, una madre se arrodilló suplicando ayuda para su hija, un acto que fue ampliamente compartido en redes sociales. Malo pidió a la madre que no se arrodillara, asegurándole que estaban trabajando en una solución.
El ministro de Economía, Juan Carlos Vega, se pronunció sobre el tema, indicando que el Gobierno está lidiando con un esquema de derivaciones médicas plagado de problemas de corrupción y otros inconvenientes dentro del sistema de salud. “Estamos trabajando con el nuevo Ministro de Salud en que se hagan las auditorias y se avancen los temas operativos dentro del Ministerio de Salud para desde Finanzas nos podamos ir poniendo al día”, afirmó Vega.
La Asociación de Dializadoras había anunciado que hasta este jueves 25 de julio continuaría brindando tratamientos en clínicas, pese a la falta de pagos por parte del Gobierno. Vega aseguró que se han realizado pagos significativos al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) para que pueda ponerse al día con las dializadoras..
La falta de acceso a tratamientos de diálisis ha afectado a miles de personas en Ecuador. Según cifras recientes, se estima que más de 3,000 pacientes enfrentan dificultades para recibir tratamiento adecuado debido a la crisis del sistema de salud. La situación se ha deteriorado considerablemente en los últimos años, con hospitales enfrentando una grave escasez de recursos y personal, lo que ha exacerbado los problemas para aquellos que necesitan hemodiálisis regularmente.
Los familiares de los pacientes de diálisis en Cuenca esperan que sus voces sean escuchadas y que se tomen medidas concretas para garantizar que sus seres queridos puedan continuar recibiendo el tratamiento que necesitan para sobrevivir. La urgencia de la situación requiere una respuesta inmediata y efectiva por parte de las autoridades.