Rafael Vicente Correa Delgado es el líder de la Revolución Ciudadana y fue Presidente del Ecuador desde el 15 de enero de 2007 hasta el 24 de mayo de 2017. 

Nació en Guayaquil, Ecuador, el 6 de abril de 1963. Es el segundo de cuatro hermanos de un hogar de clase media, estudió la primaria y secundaria en el Colegio San José La Salle, donde recibió la influencia y los valores de los hermanos cristianos que hasta ahora rigen su vida.  Durante su juventud también fue parte de la Asociación de Scouts del Ecuador.

Gracias a su alto rendimiento académico recibió una beca en la Universidad Católica Santiago de Guayaquil, donde se graduó de Economista en 1987. Poco después, sirvió en una misión Salesiana durante un año alfabetizando y asesorando en el desarrollo de microempresas a pobladores indígenas de Zumbahua, una comunidad rural en la provincia de Cotopaxi. Allí aprendió quechua, la lengua ancestral más relevante en el Ecuador.

Posteriormente, gracias a una nueva beca, retomó la vida académica cursando una maestría en economía en la Universidad de Lovaina La Nueva, en Bélgica, y luego siguió sus estudios en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, Estados Unidos donde obtuvo su maestría en Ciencias de la Economía y su doctorado.

En el 2005 fue nombrado Ministro de Economía y Finanzas del gobierno de Alfredo Palacio durante 4 meses. En ese lapso declinó la firma de un tratado de libre comercio con los Estados Unidos y, contrario a lo que aconsejaba el Fondo Monetario Internacional, fomentó la cooperación económica con los países de América Latina. Además, revirtió la norma que establecía que los excedentes de los ingresos petroleros se destinaran al pago anticipado de la deuda externa y estableció que en su lugar se invirtieran en educación y salud.

En el 2006 se lanzó a la presidencia del Ecuador. Su campaña, con un estilo innovador y radical, lo hizo crecer vertiginosamente y llegó a vencer al magnate bananero Alvaro Noboa en la segunda vuelta.  Su mandato inició el 15 de enero del 2007 con el proyecto político denominado Revolución Ciudadana que logró cambios radicales y profundos en el país. Entre ellos podemos contar la Asamblea Constituyente que redactó la Constitución de Montecristi, misma que fue aprobada en referendo en septiembre del 2008 y que está enfocada en garantizar el buen vivir o sumak kawsay a todas las personas que habitan el Ecuador.

A partir de ella se implementaron reformas estructurales en los ámbitos económico y social, para garantizar el acceso a la educación desde el nivel inicial hasta el superior, a la salud, al trabajo y a vivienda digna, la modernización del sistema de justicia, la regulación de los medios de comunicación y su relación con la banca, entre otros.

Rafael Correa fue reelecto como Presidente por voto popular en dos ocasiones. Durante sus 10 años de gobierno multiplicó la inversión en salud y educación, dignificó los sueldos del sector público para maestros, médicos, policías, militares, y más; redujo las tasas de pobreza y desempleo, y el Ecuador llegó a ser el segundo país más seguro de la región.

Su gestión sigue siendo un referente para gran parte de la ciudadanía que, ante el embate del neoliberalismo, reclama el retorno de un estado eficiente que brinde atención a la población más vulnerable e implante medidas económicas que sostengan a los sectores populares y a la clase media del país en lugar de mermar sus ingresos. 

Ese apoyo popular ha sido motivo para que la derecha emprenda una agresiva estrategia de lawfare contra el ex mandatario quien, entre otros procesos, fue sentenciado en tiempo récord por “influjo psíquico” con el objetivo de impedirle la posibilidad de participar en elecciones.